12/7/10

¿Se puede ganar o recuperar la confianza del hijo adolescente?

¿Ha caído en la cuenta de que su niño o niña ahora es tan o más alto o alta que usted? Para muchos padres, la transformación de sus hijos en adolescentes es casi un descubrimiento, pues de los niños que vivían reclamando su compañía y esperando su aprobación, aparecen de pronto personas ávidas por reafirmar su identidad y autonomía. Es la ley de la vida.

Esta etapa no tiene por qué ser sinónimo de conflictos si se cultiva la comunicación con los hijos desde que estos son infantes y se mantiene durante esta nueva etapa, asegura Roxana Vivar Cuba, psiquiatra de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi.

"La comunicación es algo natural que surge espontáneamente cuando progenitores e hijos están en constante contacto. Si los padres se dedican casi por completo al trabajo, a ver televisión y a otras distracciones, y muy poco a sus hijos, el adolescente los verá como personas lejanas y buscará la comunicación con el compañero que tenga a la mano", explica.
  
La comunicación familiar positiva también redunda en una autoestima adecuada en el adolescente, lo que facilita su desarrollo, acota la especialista.

Las dificultades de diálogo entre padres e hijos adolescentes constituyen uno de los factores familiares de riesgo más estrechamente vinculados con el desarrollo de problemas de salud mental en los hijos; por ejemplo, la presencia de síntomas depresivos, ansiedad y estrés. En otros casos, los chicos frecuentan a amigos que consumen sustancias, permanecen aislados o se muestran agresivos.


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Tendiendo puentes

¿Se puede ganar o recuperar la confianza del hijo adolescente? Hacerlo demanda mucha paciencia.

Los padres necesitan aprender los códigos de los adolescentes, entender sus modas, gustos musicales y programas favoritos de TV, además de mostrar interés por sus apreciaciones, aspiraciones y temores. "Los padres tienen que aprender a ser buenos oyentes, es decir, escuchar con atención, sin cuestionar, criticar, juzgar ni descalificar.

Tampoco se trata de darles siempre la razón. Hay que optar por la negociación, es decir, buscar un punto medio o un acuerdo sin perder autoridad y tomando en cuenta las necesidades de los adolescentes. Es importante explicarles y darles información sobre por qué y para qué se hacen las cosas y se toman decisiones.
 Por consenso

Pero nada se logra sin dedicarles tiempo y mostrándonos flexibles y respetuosos con ellos. Sólo así podrán incorporarnos poco a poco en su mundo", acota la doctora Roxana Vivar.

Ella recomienda buscar ayuda psicológica si a pesar de los intentos de acercamiento y de diálogo, el adolescente permanece aislado o presenta conductas agresivas y de autoagresión.

Extraído de: www.eduquemosenlared.com 

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